Toda visita, toda charla, todo rescate es para nosotros un gran aprendizaje. Pero hoy, quiero compartir con ustedes estas imágenes, hasta ahora, el visitante más grande que hemos tenido. Fue genial como un niño de dos años disfrutaba de esa manera la visita a nuestra sede… sus ojitos mirando con gran alegría, y expectativa todo lo que se le mostraba y explicaba. Fue tan satisfactorio ver a es padre con su hijo, apreciar cada momento, y poder ver los polinizadores, a través de los ojos de un niño. Esa fascinación cuando una abeja se posó en su sombrerito, él admiro a la abejita, y disfruto de su compañía. Desde el Corazón de Miel de Colombia Fundación, gracias por su compañía, gracia por darnos la oportunidad de estar con ustedes.