Cuando constantemente estamos con la retahíla de la importancia de los polinizadores en nuestro entorno, y pensamos que el mensaje no está llegando como queremos, aparecen personas como la familia Madrigal Triana, que custodiaron a unas abejitas que se posaron en un árbol muy cerca de su edificio, para que los vecinos, ni los transeúntes las fueran a molestar, es digno de admirar, tuvimos una comunicación de dos días con información reciente sobre el proceso de las abejitas, hasta que se llegó el día de realizar su reubicación, y poderlas dejar donde pudieran continuar con su labor de polinización de la zona.