Para el envejecimiento. Gracias a los antioxidantes la miel es un excelente elixir para frenar la aparición de los radicales libres, responsables del envejecimiento y del padecimiento de algunas enfermedades. Es efectiva para dar elasticidad al rostro y cuello.

Reduce el cansancio. El consumo de miel aumenta la energía natural del cuerpo y puede curar la anemia, la fatiga y el estrés.
Suaviza la piel. Además de consumirse, el untar miel en la cara o en zonas del cuerpo con asperezas y rugosidades como codos, rodillas y pies ayuda a suavizarlas.

Fortalece los huesos. Ayuda a la absorción del calcio y aumentar la masa ósea.
Promueve la recuperación del sueño Cuando consumimos miel natural se contribuye a la liberación de la melatonina, la “hormona del bienestar”.
Sirve como un descongestionante de bronquios y pulmones. Además de reducir la tos, suaviza y alivia la infección de garganta y faringe.
No someter a altas temperaturas, ya que el calentamiento perjudica las delicadas enzimas que ésta contiene. La miel se debe guardar en un lugar fresco, (No refrigerar).

ADVERTENCIA MUY IMPORTANTE: Los productos de la colmena pueden producir reacciones alérgicas en algunas personas. La información aquí contenida esta realizada tan sólo con propósitos educativos y no debe de ser interpretada o usada para auto diagnosis o auto terapia. Y debe de ser siempre practicada por un médico o un apiterapeuta cualificado. Una prueba de alergia previa a la utilización de los productos de la colmena es imprescindible.