Morgan Freeman ha interpretado tantos papeles durante su larga carrera en Hollywood que es difícil seguirle la pista, pero su papel más nuevo puede llegar a ser lo más importante.
El actor ha convertido su rancho de 124 acres en Mississippi en un santuario para las abejas silvestres, en un esfuerzo por ayudar a apoyar el crecimiento de la población de los pequeños polinizadores. Freeman comenzó la apicultura en 2014 con 26 colmenas de bebés zumbando, y explicó que se han plantado toneladas de plantas aptas para las abejas en su propiedad.
Freeman no comenzó a mantener a las abejas por gusto, sino más bien como una respuesta directa a las muertes masivas de abejas que han estado amenazando la supervivencia de las abejas silvestres en los últimos años. El actor reconoció la oportunidad de marcar la diferencia a través de la acción personal, por lo que importó 26 colmenas llenas de abejas de Arkansas y comenzó a alimentarlas con agua azucarada. Freeman dijo que no usa el sombrero y el velo del apicultor porque las abejas no lo pican, bromeando que el equipo de protección es «para personas que no pueden resuenan» con las abejas. Cuando Fallon sugirió que Freeman se había convertido en «uno con las abejas», el actor no pudo evitar estar de acuerdo.
Es difícil medir qué tipo de impacto pueden tener los esfuerzos de Freeman en las poblaciones de abejas más grandes de América del Norte, pero su hobby es un gesto inspirador de buena voluntad hacia esas pequeñas criaturas vivas que a menudo se dan por descontado.